Muchas sábanas me son inéditas,
el sol ensordece cada vez más,
el crepúsculo está lleno de esparadrapos
y pequeños trozos de anhelado cobijo.
Cuento los días como se cuentan las lágrimas,
cuento las semanas como se cuenta la violencia,
cuento los meses como se cuentan las tumbas,
cuento los años como se cuenta la tristeza del páramo.
Hay más de una canción por cantar en los andenes,
hay más de un poema que nos exprese lo bestia que somos,
hay más de un mendigo inyectándose más frío;
el cielo se ha abierto más que nunca,
búscalo, aunque estés ciego lo encontrarás.
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