Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...
Luis Cernuda.
O eterna felicidad, intocable de tal pecar;
tus sentimientos claman que vuelva a enamorarme,
pero mi criticidad de soledad, no deja de atormentarme;
con solo pensar, que algún día vuelvan a engañarme.
Mis sentimientos son únicos,
tus manos acogedoras, tibias, crueles; pero seguras;
oh eres mi doncella amante,
siempre me besas con tus labios sombríos,
pero al cabo del tiempo serás olvido.
Siempre que aparece aquella amargura,
me acoges con ternura;
aunque por dentro me sienta como un cuervo solitario y abrumado,
trato de amar, pero siempre acabo siendo engañado.
Las promesas de un ser humano son como el aire,
fácil llegan y fácil se van;
nunca amaré demasiado, porque siempre que te deja ese ser amado,
te será imposible olvidar y volver a su lado.
Cuando trates de prometer, mejor olvídalo y déjalo pasar;
porque tus promesas no cumplidas, a más de una persona lastimarán.
La venganza no existe, el pesar sí;
pero cuando me dejes y me vaya,
tal vez algún día vuelva a tu lado;
para mantenerme alejado de todo mal y pecado...
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