Por las calles viaja un gusano,
un gusano vilmente arrastrado;
de las calles ha recogido su error,
del mundo ha obtenido su indigestión.
¡Pobre gusano!
¿Cuándo le alumbrará el sol?
Quizá siga tan arrastrado como siempre,
quizá siga embriagándose la mente;
pero algún día surgirá el milagro
y ya no será del mundo un esclavo.
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