Los niños jugaban a ser luceros,
otros jugueteaban con las nubes del cielo.
Dime a qué te aferras viento efímero,
si hoy los niños juegan con árboles,
árboles que no lloran ni ríen,
árboles con la muerte en su garganta,
árboles con el corazón helado,
árboles que no son árboles,
sino el origen del despeñadero.
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