Acabo de descubrir algo,
mientras recogía una lágrima de cardo.
Sucede que encontré una cajita,
una cajita con muchas cosas:
dentro de ella había luces,
caminos, cigarras, flores que surgen.
Pensé y dije: ¡Estoy soñando!
Toqué las luces y se volvieron polvo,
traté de escuchar el canto de las cigarras
y su eco rompió el silencio del alba;
luego el alba me dijo: toma esta flor
y entrégasela de mi parte al que te creyó.
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