Nuestra sangre es agua negra. La noche escudriña como
marinero.
Cada lágrima es una gota de agua negra escondida tras el
antifaz de una tonalidad.
Las piedras beben agua negra al saludar con la mano
izquierda al sol.
Yo doy apretones de manos. En cada apretón el agua negra
cruje como hueso en el fuego.
Hay peces de agua negra. El payaso sabe de cuerdas flojas y
nubes malabaristas.
La lluvia cae en lo más profundo del agua negra. Espejo
roto, cascada congelada.
Los osos han salido de las entrañas de un espantapájaros
puesto a la salida de un consulado.
Arde el agua. Burbujea el agua negra en la herida atracada
por viles arcoíris.
Cada quien nace con relojes agudos prestos a desarticular la
voz y los umbrales.
El agua negra gobierna y gobierna y gobierna. Luz invisible, muéstranos tu prefacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario