Dibujo realizado por: Tomás Boersner
Las atarrayas descienden tristes, como cuando cae la lluvia
y dibuja en mi ventana arrecifes rellenos de gargantas inhóspitas.
(¡Qué tristes están las piedras, los peces ya no las miman!)
Ese mutismo que guardan, es igual al silencio de la Luna,
igual al letargo de un oso en plena hibernación;
pero nunca igual, al sollozo baldío de un niño casi muerto de frío,
empapado, cubierto por el rocío punzante de la borrasca;
sin embargo, sé que nosotros la hemos vuelto una frenética leona.
─Hoy, en los puertos, tiritan las fauces de los días,
al igual que la vieja escarcha del Paleolítico.
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