Esta mañana, por encima de mí, pasó una parvada jineteando al viento. Ellos son los que despercuden esas nubes rellenas de tizne. Siempre andan en grupos, a veces numerosos y me cuentan cosas sobre osamentas y de páramos inquietos. Éstos saben volar y denunciar al mismo tiempo, raramente guardan silencio.
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