Hoy he vuelto a respirar
almendros de sueño gris,
donde gritan ebrios árboles
a punto de morir.
Cómo quisiera ahogar
la ciudad dentro de mí,
escupir recias tormentas
en la sangre que no fue.
La espada corta peces
sin umbral ni colofón,
sobre las nubes intento huir
del pasado sin control.
Hoy he vuelto a respirar
almendros de sueño gris,
donde gritan ebrios árboles
a punto de morir.
Cada herida resuena en mi interior. (bis)
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