Camino hacia un cielo aletargado. Sin flores.
Con un mar escarlata desbordado desde o ante mis ojos.
Errante, tan errante como una canción desesperada entonada por gnomos;
la lluvia me traduce al alemán, al francés, al italiano, al
portugués, al no idioma
y todo se evapora junto al aliento progresivo del blues.
¿Acaso seré pronto como la lluvia que se desliza por mis
pestañas?
¿Acaso seré yo el que traduzca la sed y la anorexia de las piedras?
No hay comentarios:
Publicar un comentario