Hay una clara evidencia en mis bolsillos.
Hay secretos ocultos en esta arca abierta.
Bajo las sábanas de mi lengua
la turba que ventila acantilados,
mientras los cúmulos de vergüenza
-pasan despacio-
anochecen, como si mi alma
otra vez fuere a morir.
En este pozo:
mi doble angustia,
mi doble navaja,
que mis heridas surcan
como el filo de la embalsamada aurora.
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