Ella tiene ojos suaves como la nieve
y porta el vestido más lindo del mundo.
Siempre está ahí cuando se le necesita
y a todos sonríe como el gato de Alicia.
Todos los días cuando amanece,
es la primera en admirar el alba.
Sueña con ser igual que Ana,
pero su cuerpo le impide ser creíble.
No duda en que un día la Luna,
pondrá su mano sobre su espalda
y le dará vida a ese cuerpo de trapo
con el cual respira el rocío del campo.
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