Ella habla. Nunca calla cuando lloras. Su corazón es de sombras.
Su pálpito la sal, la azúcar, oleaje de cariño para la oreja;
incluso vibra la piel cuando la tocas, ¿la escuchas? Te hace sentir vivo,
te hace sentir espejo, te hace sentir sereno como un puñado de cisnes;
a veces llora, a veces ríe, es una hoja tan viva, tan ella. Ella,
es la virgen que conoce la voz de la Luna, hace vibrar la sangre,
no conoce el silencio, pero conoce la debilidad de las piedras.
(Se abre paso entre los ríos y los rellena con fuerza y coraje.)
Nadie puede olvidarse de ella, es necesaria, es la mejor amante
y la principal evidencia de que existimos; ella... es la culpable.
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