Hay un lugar
donde las aves
nadan en el mar
y los peces cruzan
los cielos al volar.
Vamos niño,
ven a jugar,
di cualquier cosa
y te regalaré una rosa.
Las piedras hablan,
los hombres son duros;
echa a volar tu imaginación
y con pedazos de sol
dibuja luz en tu corazón.
¡Vamos, vamos,
ustedes pueden!
El cielo está en sus manos:
pídanle alas, yo las hilvano,
pidan alegría,
pues yo Jesús regalo maravillas.
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