Oigo engrasar la roja yema
coagula al negro porofue cálculo del vil oro...
mientras el taimado quema
se oculta ahí del poema,
la décima espina al dedo
y explota en el gris torpedo,
la madrugada en la brizna
sollozando en la llovizna,
el miedo ¡me importa un bledo!
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