Nos mueves a la conciencia
con primavera que nace
en el estupor ─enlace─...
de tus muslos que son ciencia
que Dios dejó como herencia,
no quiero mentirle al viento
tampoco deseo ─cuerpo─,
sólo pido a la tórtola
que surque en mí una góndola,
para pescar en tu cierzo.
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