Algo en estas tierras ofusca: es esa maldita palabra "pero", que siempre es una mancha en los periódicos y en los problemas que penden de las lágrimas del vértigo; hay en las sábanas una promesa que dice: ¡te quiero prometer!, luego olvidan como fiera y despedazan lo prometido a cambio de más poderío; sinceramente, sería tan bueno exterminarte; sin embargo, me embarga el no poder ser como los rayos ultravioletas del Sol, para aumentar el calor y terminar con todo el consumismo y capitalismo de las tierras raras, donde me encuentro peleando como caballero contra dragones y camaleones.
En esta tierra: la zarza, un chicle,
el progreso, un montón de fábricas,
los ríos, desagües cloacales,
las letrinas, lugar para pensar mierdas.
─Hoy, los abismos yacen a la vista de los ciegos,
mis zapatos se manchan de rojo; mientras tanto,
los laureles me garrotean y los conacastes hacen
de mi llanto un ramo de flores mustias y descoloridas.
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