Y en el sinfín de la hojarasca:
lágrimas repican en el cielo falso de la vida,
¿en qué época del año llueve esperanza?
Tal vez me obligue a beber de la voz a cielorraso de las
luciérnagas;
tal vez escuche el grito letal de la borrasca, tal vez te
bese
y me lleve en los labios toda oscuridad para apresarla en mi
sótano.
He tenido que dirigir mi rostro hacia el paisaje roto de los
relojes.
Hoy más que nunca, es necesario revivir las estrellas que una vez nos revivieron.
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