Escribo en defensa del asombro.
Escribo a lápiz para que
cualquier palabra se impregne,
para que cualquier hoja vuelva como
pájaro al árbol.
Aquí no hay nada que no puedas
hacer,
nada que no puedas soñar;
por eso es justo darle una oportunidad
a los cien mil caballos de ensueño del cañaveral.
En verdad os lo digo, la escritura es un sorbo de luz,un camino en medio del mar, una senda matizada de libertad.
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