La tormenta traslada nuestros párpados a modo de sótano.
─¡Abre! Las espinas están fuera de su sueño, la ira abanica
las ventanas.
La vía láctea se ha tragado el capítulo, tiernamente un ojo
observa.
(El vergel ha vuelto al insomnio, la noche anuncia otra tonalidad.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario