Camino entre el destello hospitalario de los escarabajos.
Hurgo en los calcañales de la hojarasca, busco peces en tus espinas.
Sigo mi camino y el traspié es inevitable al mencionar tu
nombre.
─Se caen tus hojas, así como se desmorona el llanto de los sauces.
Odio desdecir las tumbas, odio leer el hospicio de las
fotografías,
odio morder a diario el filo del hijillo, odio perder a cada
momento el raciocinio,
odio cuando te desnudas frente a mí y vislumbro cada rostro cubierto de intemperie.
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