Ante tanta iniquidad, las muelas cordales de la política.
¿A qué nos enfrentamos cuando entramos al espejo?
¿Cuántas esfinges mueren sin conocer la almádana del arco iris?
Debemos llamar o hacerle ritual al musgo. ¡Confrontemos!
Ya no hay ballestas que derriben tizne, ni tampoco olas anárquicas
y afiladas voces donde anide la flema de los vendavales.
─La errata vuelve a nosotros como una espada a su vaina,
la respuesta está en la estirpe y en sus sótanos del escarmiento.
Luego pájaros, nahuales, jaguares... se venderán como entrañas en los andenes;
ya no habrá trabajo para espantapájaros, ni para las mariquitas del tormento.
¿Cuántos infiernos más creará Dante mientras pernocta entre laureles?
Quizá nuestra saliva es la que recoge más cementerios o más intemperies;
por eso dormimos despiertos al igual que los peces y los espectros.
Pronto, será el Sol el que pernocte en la orfandad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario