Por aquí pasó una tortuga
y dijo que era gran dramaturga.
También contó sobre un teatro en las estrellas
y que tenía muchos hijos como no tenía idea.
Por cierto, vestía un traje de gitana
y en su caparazón se transportaba
a la velocidad de un pez espada.
(Al despedirse, me dijo que le visitara
y que no olvidara nuestra grata tertulia;
pues es raro que una tortuga
comparta sus arcanos con un puma.)
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