Al fin tenemos lo que queremos,
desenterramos nuestros sueños
y se los dedicamos al viento.
Al fin volamos como canarios,
fuera de la jaula y del envoltorio;
al fin somos árbol con raíces de acero
y con frutos de recto sabor a caramelo.
Ven a mí, amiga tortuga,
camina junto a mí,
no tengo prisa;
pues es así como conseguí
todo este arco iris
que ahora el cielo me pinta.
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