Tengo recuerdos de cucarachas,
de mosquitos, de una que otra pulga.
Ya no sé si he hecho el amor con escorpiones
o con tarántulas de fuego y garras de asfixia.
Sé, amor, que otra vez caí en los cerrojos
y supongo, que necesito una carreta para mis desvaríos.
(Al fin de cuentas, los días son ataúdes en nuestro camino.)
Veo a través del arcano de las golondrinas
y reinvento la realidad habitada en el espejo de mi ventana.
Hoy, de nuevo los cuervos a punto de entrar en el escrutinio.
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