(¿Alguna vez soñaste que volabas
y que tus alas estaban hechas de cristal?)
Nunca te imaginaste que habías volado en serio
y tus papás se pusieron muy tristes al ver la cama vacía.
─¿Alguna vez soñaste? ¿Alguna vez volaste?
Se pregunta tu madre con lágrimas de nubes en el pómulo.
¿Alguna vez te fuiste y abandonaste aquel peluche parlanchín?
¿Alguna vez flotaste como aquella burbuja gigante
y jugaste con los zapatos de tu madre a escondidas?
Ahora ya juegas a ser grande, la Luna lo sabe,
puesto que le pregunté y me mostró el inicio de tu travesía.
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