Fotografía de Fredrik Ödman
Conozco de qué están hechas las palabras. Sí,
están hechas de herrumbre,
de cometas agujereados por la inocencia. Sé
cómo se siente la niebla,
es musgo que increíblemente lucha por salir
del espejo hacia el vacío.
─Siempre las nubes son triángulos con vértices
de mal humor.
¿Dónde estarás vos cuando baje al inframundo y
saque de ahí tus restos?
El amor es un sepelio, ya ni los niños cabalgan
sobre su espalda
y si lo hacen, lo hacen con una escopeta hecha
de ventanas consumidas.
(Inacabable.
El tiempo es una gárgola inamovible y usted lo sabe.)
¿Por qué los gusanos hablan por usted? No
conozco ventrílocuos de su clase,
quizá no sea lo que yo pienso, pues estoy ebrio de respirar hojas muertas.
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