Imagen de Arnays Camaraza Perez
Es inevitable:
caer en la mordaza del silencio ecuestre,
que la rosa tenga sus espinas clavadas en sus muslos,
que la esfinge formule acertijos llenos de incertidumbre,
y que la mediocridad del perezoso penda de la rama del árbol.
Es imposible:
volar sin conseguir un par de alas en la cumbre de la montaña,
comer sin saber masticar bien la comida,
caer por el acantilado, cuando se sabe volar,
cocinar el clítoris del güisquil, cuando está indispuesto.
Es de mediocres:
aceptar el fracaso y no volver a intentarlo,
cubrirse los ojos con el harapo y no abrir el telón a tiempo,
sentarse en el nido de hormigas del desierto y quedarse sentado en él;
sin embargo, cuando la sinestesia percibe lo imposible,
la mediocridad es parte del aprendizaje del ermitaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario