Así como usted. Así se acerca a mí la noche
y hace un círculo de asfixia al palpar mi
pecho,
mientras la sintaxis de una melodía
estrepitosa
me convierte en otro vil humano que solo ama
la tormenta.
Dígame usted si va abrir su entrepuerta
o cerrara sus ojos tras besar mi rostro
invisible;
siempre acaricio con cierto frío los arrecifes
de lo incierto,
has pedido que navegue contra las olas hasta
poseer tu sangre:
he navegado, mas aún no me encuentro a mí
mismo,
hasta he marcado con cinta adhesiva cada instante
y cada labio por el cual he descendido y bebido
desde siempre.
(Bajo
cada gota de sudor que brota del jarrón inalterado de la niebla,
sigue intacta la ceniza que un día fue como yo, un pájaro enardecido.)
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