El cierzo sopla cuando en ella penetra...
Moscardones provocando retortijones
en los poros de la flor que se entrega,
en silencio tiñe su pétalo con sangre
y el zángano no se da cuenta del vinagre.
Su faena es crear miel amarga
para el alma que está destrozada,
aunque todas las piedras tienen grietas,
ella finge que de todos está enamorada.
El cierzo sopla cuando en ella penetra
la amargura del falo sin rumbo y
desobedece a la fidelidad como ruleta.
Él pisa la última hojarasca de orgullo,
mientras aquella sufre en su interior,
aquel moscardón se siente superior.
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