La bandera que izas con el mecate del costal es nada más un harapo...
Menudas alas, que atraen inocentes al rebaño complicado. Frente al mar u otro torrente sino sabes nadar te hundes en el colmillo del lobo que te hace un mandato, destroza el cerebro mediante rocas pulverizadas en forma de yeso y pizarras. Desnudo te encuentras en medio de tanto ser igual a ti, pero se sienten más relámpagos en la punta de la Torre Eiffel, solo tú los sientes en forma de rayos luz que te proveen más vida para tu repertorio haraposo. La Caja de Pandora ha estado abierta por miles de años y nadie ha podido cerrarla, porque el mal existe como hierba mala que nunca muere. Encerradas en la cárcel del apocalipsis están mis venas sangrientas, esperan el día en que puedan bombear paz al desamparado. Ahora escogimos el camino del dintel para poder escribirlo dentro del garage ecuánime que juzga en silencio al conejo mentiroso. La bandera que izas con el mecate del costal es nada más un harapo que cubre los ojos, para que no veas la cruda realidad que se está viviendo dentro de este agujero negro. Los despojos del Himno que llamamos Nacional solo palabras verdes tiene, porque nadie lo respetó, ni lo hizo madurar a punta de verdadera justicia...
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