Junto a mis gardenias blancas, sollozo la despedida,...
Junto a mis gardenias blancas, sollozo la despedida; fuiste un fragmento que completó la pirámide en este desierto que poco a poco quemaba mis ojos. Mientras estuve contigo, mi alma no tenía una puerta por donde entrara el cierzo, sino muchas. Había puertas de pasión, puertas por donde solo mi llave tenía la clave secreta. Secretos que nunca pude descubrir por completo en el tiempo en que tuve tus claveles, jamás te conocí. Pero me conformo con tener la percepción de que en algún rincón de tu máscara había un poco de amor para mí, nunca lo descubrí. Mientras este viento fúnebre con sarcasmo golpea mi sien, escupo al destino que no pudo doblegar mi camino hacia la felicidad en el horizonte del vivir eterno. Complejo el amor cuando no tiene una barrera que sepa detener la rapidez de las flechas del arco indígena; dime amor, dime: ¿Qué opinas de las luces que ahora centellean en tu vida?, tal vez no contestes, tal vez haya oscuridad; pero sé que ahora las noches que vivimos son las mejores de nuestra existencia misma. No veo ninguna de las campanas que ayer tocaron la última canción, desaparecieron. La guitarra llora, pero quedó plañendo sola, sola con su locura en las cuerdas, cuerdas que se rompieron por la tensión de la vida...
MUY BUENO!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, se te agradece la lectura...
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