Mientras la sangre se tiñe en polvo de estrellas,
la cascada de mis ojos, se convierte en raudales negros.
La noche llora y los pájaros hacen de sus alas la sábana
que me protege de la maldad de los jeroglíficos de la cripta.
Un susurro atormenta el cierzo que agoniza en mis adentros:
está en calma, solo la brizna en su vaivén desempolva harapos
y sucede que los andrajos son aves que han salido de mis lamentos;
solamente cuando tu pañuelo se ata al péndulo de mis pupilas,
puedo sobrevivir a la fatiga del tizne o al cataclismo de los resuellos.
Hay en sí, una penumbra que ahorca mis auroras; solo disonancias.
Detrás de todo este rumor de angustias y páramos, solo tú;
pero, ¿dónde estás oculta?, acaso has huido de mi loco manicomio,
acaso te has ido a vivir con el guijarro que lancé al ras del río.
Ahora voy como cisne sobre el océano, vagando sin rumbo, sin ti.
Como escudo, solo el plumaje de mis andamios, solo tu boca en mi boca.
Allá a lo lejos, el Sol se sumerge en el baño sauna y la Luna le vigila.
¿Ah cómo quisiera ser como el Sol? Para irme al otro lado del mundo
y ahogar las penas que duermen en el estante donde guardo tus fotografías.
puedo sobrevivir a la fatiga del tizne o al cataclismo de los resuellos.
Hay en sí, una penumbra que ahorca mis auroras; solo disonancias.
Detrás de todo este rumor de angustias y páramos, solo tú;
pero, ¿dónde estás oculta?, acaso has huido de mi loco manicomio,
acaso te has ido a vivir con el guijarro que lancé al ras del río.
Ahora voy como cisne sobre el océano, vagando sin rumbo, sin ti.
Como escudo, solo el plumaje de mis andamios, solo tu boca en mi boca.
Allá a lo lejos, el Sol se sumerge en el baño sauna y la Luna le vigila.
¿Ah cómo quisiera ser como el Sol? Para irme al otro lado del mundo
y ahogar las penas que duermen en el estante donde guardo tus fotografías.
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