Yo conocí una tierra
donde habían caballitos
y muchos pajarillos
con alas de estrellas.
En ella existía
la tan anhelada alegría,
que hasta guardé un poco
y la esparcí por toda la villa.
Por eso los sabios ancianos
han olvidado toda amargura;
hoy viven como una laguna,
radiantes y llenos de arrugas.
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