Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia...
Bertolt Brecht.
Todo comenzó con una simple y curiosa mirada,
de un ser que pensó que era una locura el amor;
dos corazones que se aman y se quieren,
dejando todo recuerdo atrás, y devorar el futuro que les espera.
Uno, dos, tres; no importa el número,
lo que importa es que el número que te toque te ame;
siente, susurren al oído
y verán un a luz al final de todo sentido.
Gloria a Dios en las alturas
y a todos los seres que se aman en la tierra por doquier,
deja que tu alma se enamore y se deje querer,
Paris y Helena, Romeo y Julieta; qué más da,
los seres humanos estamos hechos para amar,
no importa la edad, así que corazoncillos a divagar.
Los besos no significan nada si solo se dan,
háganlos suyos y no se olvide uno del otro en cada momento,
para que vean que el amor fluye por sus venas;
veo ahora su antiguo lamento, que se desvanece en ese mar de amor,
que fluye y fluye con todo fervor.
Siempre que surja algún descontento, para todo hay una solución,
recuerda: "no todo en la vida es discusión"...
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