Tiempo para mirar un árbol, un farol,
para andar por el filo del descanso,
para pensar qué bien hoy es invierno,
para morir un poco...
Mario Benedetti.
Tiempo para permanecer en el lecho de la hondura, comer hasta que tus entrañas ya no puedan más. Deshojando los años virreinales, tratando de cabalgar en medio de espinas, anclando el barco a la orilla del cerro, tratando de que los violines no desafinen, escogiendo a Egipto como lugar turístico y cueva del fénix. Degollando el río del tiempo con los ocasos del saber, escupiendo a la honra del tigre, escupiendo a la cara porque no la tiene. ─Trato de permanecer con vida en este precipicio de enlaces del río del tiempo, demostrando que las lechuzas también trabajan... Recuerdo que la araña buceadora me dijo: Para permanecer con vida hay que saber vivir, hay que saber escoger el camino para los pies no para las manos; de pronto la viuda negra se mete en la conversación y me dice: Yo si sé como es la vida, si se es una mujer deberían saber que a los hombres solo se les usa y después solo sirven de alimento; ahora yo les contesto: Recuerdo que una aguja perfora sino se saber usar, que una colmena no funciona sin reina y que los ramos del tiempo no se mezclan con lirios, las osamentas que descubrieron que no habían muerto, lograron revivir en este tiempo y las agujas del reloj no pararán hasta que alguien del mundo no vivo las destruya...
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