El fuego tornándose frío y escupiendo al calor...
Entrando en calor, tomando la pluma y encendiéndola de matices rojos, apartándome de mi cordón umbilical, sintiendo la similitud de los féretros y el tiempo; temblando el oscuro por el afilado cuchillo del saber. El fuego tornándose frío y escupiendo al calor, quemado el plomo de la madera inservible, completando con esfinges la última tormenta del siglo, moviendo peñascos en la Puerta del Diablo, tratando de encontrar a la tortuga dragón. Mirando hacia el sol están mis teñidos ojos, descifrando los símbolos del augurio que resalta, tocando cada piedra que se cruza en mi andar. Aquí estoy torturando al mismísimo aire despachándolo de mi cuerpo; sin embargo, no puedo vivir sin él. Mendigando están las gaviotas a lo lejos del garaje del cielo, esperando que el pez volador se una a su vuelo. Tomando el sol está la arena, parece millones de perlas brillando por el resplandor del sol, el cangrejo se escabulle entre agujeros de tristeza, las osamentas de los animales yacen tendidas en el silo de la arena, los buitres solo merodean, las palomas pasan de largo. Bajo el filo de la hormiga está la abeja, viviendo en el cuchillo esta la espada forjada con el carbón más duro del volcán. Ahora el viento sopla mis latidos y mis canciones seguirán sonando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario