En el escudo de mi esperanza
grabo las runas que serán oídas en el más allá...
Hjálmar Jónss.
grabo las runas que serán oídas en el más allá...
Hjálmar Jónss.
Las runas que ahora tiño con el tintero del ocaso, dejarán huella en las arenas del saber del desierto del Sahara; la sierpe cascabel una vez más agitará su torbellino ante enemigos nocturnos, los árboles que ahora respiran por nosotros, sucumbirán ante los ojos de la polvareda inmensa del verano. Si me ves volar ante los ojos de las nubes, llámame y trata de volar conmigo. Oigo acercarse el fin ecuestre cruzando las montañas y sobreviniendo entre veredas, oigo la destrucción acercarse como zorra a su presa, oigo pájaros entre pinos asfixiarse por el cansancio de la espada que cubre el planeta. Desgarrando el revuelo del halcón me encuentro en el balcón, fingiendo que esto es mentira y que no esta sucediendo; pero no es así, la tanda mortal esta aquí entre nosotros; si, somos nosotros mismos el apocalipsis del mundo. Comencé a entristecer cuando vi una rosa desmoronarse con el ajetreo del viento, me dije: ─Así somos nosotros en este mundo de sueños artificiales, opacamos todo lo que en nuestra frente está. Tengo mi respiración desecha por el martirio del hollín de las fábricas, tengo mis ojos rojos de tanto observar muertes constantes en las noticias de las ocho. Seguiré viviendo en este apocalipsis de mi tierra, de mi tierra, El Salvador...
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