Y mi dolor huye.
¿Dónde estás?
Sal del laberinto de terror.
Siempre que pienso en vos
el Sol se pone
y se rompe en dos.
Se ahorca la noche en mis pupilas.
¡Sal de la penumbra! Regresa a mí.
Abramos la puerta entre los dos
y saquemos del cofre nuestro amor.
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