He nacido de los poetas y ermitaños antiguos,
he nacido del estiércol literario de las vacas;
mis padres, humildes ajos sembrados en mi pupila.
Hoy, he nacido, nacido sin ego, sin nada;
he nacido de las jícamas de Tonacatepeque,
he nacido de las entrañas de El Salvador.
Aquí se dice y se sostiene el trabajo,
aquí los páramos no son inverosímiles,
aquí los pétalos deambulan por las aceras,
aquí los viernes tienen rumor de holgazanería.
Allá las campanas suenan de bala,
las amenazas, coronas de espinas;
lienzos de andrajos y espadas,
vistiendo pelos de guerra silenciosa.
Aquí se dice y se sostiene el trabajo,
aquí los páramos no son inverosímiles,
aquí los pétalos deambulan por las aceras,
aquí los viernes tienen rumor de holgazanería.
Allá las campanas suenan de bala,
las amenazas, coronas de espinas;
lienzos de andrajos y espadas,
vistiendo pelos de guerra silenciosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario