A veces, al idealismo subyacente de mis poros,
le da por columpiarse en los abismos del arcoíris,
sentarse y hacer burbujas con la aguja del ojo;
luego, como río que brota de las piedras,
como arte de magia, el suspiro sencillo,
se acopla a las trampas ligeras del amor.
Sin embargo, a veces se resquebraja mi navaja,
pero busco piedras de afilar en los cisnes;
hay épocas y estaciones donde el pájaro no llega,
¿no lo crees así amor?, el pájaro quiere lluvia,
pero creo que a la lluvia la volvimos loca,
razón por la cual evade nuestro planeta.
Leo el periódico y no encuentro tu noticia,
¿acaso has desaparecido ante el crimen?,
¿acaso has cerrado las nubes con smog
y todavía esperas al trueno de justicia?;
¡contéstame!, dime si este instante
te causa misericordia, los ríos te esperan,
también los poetas con sus liras desafinadas.
Yo, soy parte de ti; es cierto, ¡ya no hay fábulas!, pero en este refugio te espero y te recreo mi fábula; ya no solloces, mejor déjame dormir una vez más entre tu pubis y despertar creyendo que el capitalismo, ha sido puesto en cuarentena; para luego, ser eliminado como virus informático.
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