En la austeridad del andamio,
el paraguas de lo etéreo;
en los dinteles de la bóveda,
la bandada de pájaros inertes.
En el pálpito de las nubes,
las caricias frías de la Luna;
en el tizne asfixiante del humus,
la furia de los bardos de colores.
He viajado hasta ti, en peces,
busco una tormenta donde cubrirme,
estás irritado, solo, recibiendo solamente.
─¡Los lienzos de mis mantos purpúreos,
quieren ser hallados sin caja en páginas!
─Por eso, en lágrimas, mis lirios que tiñen de colores etéreos, confeccionan seda en tus hilos herméticos; sin embargo, guardo hoy, cada hilo de enjambre y sostengo el panal literario de tu camisa. Es verosímil la capa de moho que cubre la piel de tu pecho, es verosímil el llanto del vértigo de tus vellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario