Aguda llovizna sobre el regazo de la ventana humana...
Fortaleciendo a la lluvia y enalteciendo el valor de la fuerza de voluntad sobre el camerino del agudo desnudo. Figuro que alguna vez estuviste dentro de la promiscuidad, que el valor del gallo era tu vida, y pensabas que las sartenes nada más derretían lo que tus entrañas dejaban, pero no sabías que por dentro estaba creciendo un pantano cenagoso, olvidaste que las flores también tienen espinas, olvidaste que la paloma errante nada más es una mensajera, sí, mensajera de muerte y traición. Aguda llovizna sobre el regazo de la ventana humana, plomo con sacudidas de trueno, explosión de carne y desechos acumulados en la base del poste, que poco a poco se irá terminando como el día de ayer. En el momento de tu inquietud, te sentiste el hombre más grueso del mundo, pero en el interior eras solamente un grano de arena en medio de tanto frío. Solamente finjo que en el mundo nada más vivo solo, pero no es así, nuestro género es el más odiado; todos en el mundo nos tienen como perros, tratemos de limpiar ese error que ha sido arrastrado como serpiente que muerde a los pies descalzos, deja que el mensajero de luz, ilumine tu vida, siente el fulgor de vivir sin que nadie te señale, sin que nadie te diga lo que tienes que hacer, trata de imitar al silencio, que no abre su boca, a menos que tenga algo provechoso que decir...
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