A solas, en silencio la lluvia cae...
Sin nada que decir, finjo no estar,
trato de no decir absolutamente nada,
nada más miro la clase de problemas al caminar,
sabiendo que esta tormenta sigue ensimismada.
A solas, en silencio la lluvia cae,
las gotas penetran mi sien,
que como ácido al nautilo trae,
dejo pasar el decir también.
Aumento el tono del silencio,
convoco el sentido de la visión,
desnudo con pomas al suplicio.
Era joven y pequeño aquel harapo,
murió en un sarcófago invisible,
simplemente no luchó contra el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario