Rompí esquemas circulares del escriba...
Me voy alegre, llorando, plañendo,
pues en mi estancia en el orbe,
teñí el harapo de negro a blanco,
pues el mal nunca fue agobiante.
Rompí esquemas circulares del escriba,
trate de cerrar las heridas con palabras,
nunca esperé al tren del lado de arriba,
el tren siempre estuvo en mis vértebras.
Honré a los que me dieron la vida;
aunque ahora no estoy en mi terruño,
seguiré escuchando su voz esparcida.
Tejeré desde el valle eterno,
las verdades de los que hacen la paz,
hasta que un día desaparezca el infierno.
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