No me arrepiento por el sol en la vocal...
Este sentimiento de lejanía me agobia,
las gafas del lector todavía brillan,
mientras la retina se acopla sin molestia,
se acabó el tiempo y ahora mi cuerpo morirá.
Suplico al cerebro que medita,
que logre inducir a otras almas,
para que la vida la sientan bendita,
y no sean víctimas del cortaplumas.
No me arrepiento por el sol en la vocal,
siempre lo vi amanecer en mi abecedario,
aunque el pan no viniera del comal.
Caminé sobre fuego y no me quemé,
siempre tenía presente al Jefe Mayor,
y ese Jefe jamás dejó de amarme.
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