Camino junto a los gitanos olvidados en lo extraordinario...
Rompe huesos junto al camino de la desgracia, veo que las antiguas profecías se cumplen, combatiendo contra tremendos cosacos estamos día a día; pero no sabemos si mañana estaremos aquí. Camino junto a los gitanos olvidados en lo extraordinario, dejando atrás los huesos de los esqueletos aun sangrientos. Las campánulas que pisamos, lloran porque no tienen como defenderse; comienzo a pensar que los tiempos son finales en cada día. Hurto el aire de la atmósfera y lo combino con la tristeza de la doncella más bella, que plañe en silencio sus dolencias, llora a su esposo, llora a sus huesos, llora por la muerte de sus pensamientos. Rueda que rueda la rueda de la caravana de huesos, que transporta las últimas entrañas que los gusanos gozarán. Fuego y cenizas junto al cenicero destructivo; lápidas y féretros en espera del habitante nocturno y espectral. Manchando las paredes están los verdugos sin derecho, con el líquido vital que emanará de sus oscuros ojos. Reprocho a los que viven en la mediocridad, junto con los que aman la crueldad. Salgo de la cámara que filma mi vida en silencio y dejo que los minutos pasen, dejando una sola huella en la cama del papel que ahora mancho con verdades infinitas...
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