Reestableciendo la tenaz escritura entre púas...
A media niebla me encuentro azotando la visibilidad del pasto, descubriendo poco a poco los confines del escrito, tejiendo monedas y pasiones en la lira del Orfeo; de paso está la miel del trofeo, que no quiero coger porque de mis manos sale fuego, fuego de pasión por el trino de los versos, versos del planeta que fingen vivir para mí. A media niebla están mis pensamientos apoyándome, voy derrotando plumas con tinteros, la esfinge que puso su acertijo, se desvaneció en el desierto de mi cerebelo. A media niebla coloco la retina del cuervo, para que sea una especie de guía; meditando sobre la naturaleza están mis manos. Sobreescribiendo la historia del orbe que nació joven está la pluma y que ahora terminará vieja. A media niebla está el cebo para la caza, esperando que la presa que caiga, sea una nota más de la prosa sabia. A media niebla está la sombra de la secuoya gigante haciendo que el sol sea vea pequeño ante tan hermoso árbol. A media niebla está el diamante de amatista, acogiendo las osamentas de la historia que ahora escribo, reestableciendo la tenaz escritura entre púas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario