Reloj del tiempo, reloj sin palmadas en la rama de la zarza...
Cielo azul, cielo blanco, cielo de espejos transparentes, manejas la ventana del día y la noche. Despertando sin agujas estoy ahora, esclareciendo la moneda del árbol, caminando sobre las sábanas del camarote del sol, estropeando a la noche con la lámpara mundial, dibujando las migajas del pan en el plato del día, acomodando las tormentas en la faz del cielo. Reloj del tiempo, reloj sin palmadas en la rama de la zarza, zarza cortada en pedazos por el ajetreo del viento. El cobre que suena a lo lejos, anuncia el "zombie" entrecortado por el hierro forjado. La mirada del sol hacia el mundo vivo deja muertos los claveles, porque no soporta ver el sufrimiento del mortal insuficiente. Reloj sin agujas, dime que la manada de bueyes aun esta ahí esperando y no se ha ido a destruir cadáveres. Temprano en la mañana, recogiendo nueces tiradas por las ardillas, vi al toro tratando de derrotar a la cerca, pero no es una máquina, sino una cerca de madera que pronto se abrirá aun para el más macho, dejando el campo por el camino recogí una mantis religiosa que le faltaba una tenaza, y me dije: "Así está el cristianismo falto de una mano para obrar no para solo hablar"... Vimos al cojo y no le dimos unas muletas, vimos al ciego queriendo cruzar el cruel camino y no le dimos ojos, vimos al que no puede hablar y no mostramos respeto; la hoja necesita un árbol para poder vivir, ayudemos siempre...
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