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viernes, 29 de enero de 2016

Fúnebre metamorfosis


Rompe el silencio una oruga.
Extiende sus alas como eco de cascabeles.
A causa de la existencia se desvanece su esencia.
A causa de la noche regurgita polvillo,
a causa de la noche ha emergido
y ha despertado sobre un nido de frío.

jueves, 28 de enero de 2016

Reclamo del escriba


Aún tenemos el descaro de reclamar al cielo
y de preguntar por qué duele tanto al respirarle.
Somos pequeños espejos con grietas en la garganta.
Nosotros mismos buscamos nuestra convulsión
y la dibujamos en pequeños barquitos de papel.
De pronto, el tiempo rebota en los cuartones del polvo,
las nubes sufren y tosen cascajos al ver a tanto hueso intoxicado.
─El musgo ha vuelto a rechazar el traspatio nuestra memoria.

miércoles, 27 de enero de 2016

Inconformidad de las raíces


Todos los pabellones parecen una burla frente al racimo de crisantemos.
Golpea desde abajo la inconformidad de las raíces invisibles del descanso.
─Los cipreses son pequeños adioses con una dosis doble de agonía.
En los bejucos yacen colgados cada uno de nuestros insomnios,
cada día empeora la náusea hundida en el pozo cruel invertido hacia el nosotros.
Somos casi espantapájaros a la orden de la niebla próxima al desatino.
Y aún brilla el pezón con brotes de epitafio en cada uno de sus poros.
(La lápida sigue esperando el descenso de mi memoria.)

martes, 26 de enero de 2016

Preludio del viajero


(El espejo ha empezado a morir
y con él el nahual prófugo de la ilusión.)
¡Ah cuánta pesadumbre entre los escombros de las polillas!
Ante ti, los espasmos a quemarropa del ido invierno.
─La acechanza es la ramera más codiciada del mercado.
No sabemos en cuántas partes del mundo aúlla herida la vigilia.
De aquel tropel de caballos blancos, solo queda la sombra del aliento,
el hospital quemado de los andenes y la carta perdida del horizonte.
El tiempo nos ha dejado inmersos en un ataúd de oscuras sombras,
mientras el viento irrumpe por la garganta como un pájaro de suicidio.